jueves, 8 de octubre de 2015

 ¿Sabes que es lo que peor llevo? los recuerdos. ¿Sabes porqué? Por que no fueron recuerdos malos, porque no hay un momento en mi cabeza en el que no aparezcas sonriendo o haciendo alguna tontería para hacerme reír. Por que desde el primer día que quede contigo, empecé a sentir algo que no sabia que existía. Nunca imaginé que alguien me hiciera sentir tanto en tan poco tiempo.
Te convertiste en todo, me dabas los consejos de un hermano, me escuchabas como un mejor amigo, y me dabas el cariño que no sentía desde hacía mucho tiempo. Fuiste ocupando cada día un cachito mas de mi, hasta el punto de enamorarme. Si, me enamoré de ti, de tu sonrisita de conejo, de tu tranquila mirada, de tus tonterías, de tus "te vas a reir a la de tres, una..dos y ..ves, ya te has reído". Me entregué a ti sin miedo, me distes confianza para hacerlo. ¿Y ahora qué? Dime, después de todo esto, ¿me merezco todo lo que esta pasando? ¿Qué hago? ¿te olvido después de todo? ¿te espero por si te arrepientes? Dime, ¿Qué hago? ¿Qué harías tu? ¿Verías justo todo esto? Piénsatelo y respóndeme, ¿Qué hago?

Tengo nueve meses para conseguirlo.

"Tengo 9 meses para conseguirlo", tengo claro que esas palabras no se me van a olvidar en mucho tiempo, con eso empezó todo.
De repente en mitad del pasillo estaba él, no se cómo, ni qué, ni porqué, pero me fijé en él. Tenía algo que me llamo la atención, no se si fue su chándal naranja fosforito o su mirada, pero lo que si sé, es que desde ese día todo cambió. Tenía nueve meses para que supiera de mi existencia, y la cuenta atrás empezaba.














Hay cosas que no se pueden explicar, no hay palabras para expresarlas, es complicado buscarle explicación a algo que no lo tiene.